De tarahumaras y pingüinos

¿Han visto la película Happy Feet? creo que la situación con los tarahumaras tiene una gran semejanza, y les explicaré por qué, sin faltar al respeto a los indígenas raramuri. Trataré de ser claro, para evitar malos entendidos.

• La película Happy Feet trata de una gran manada de pinguinos emperadores en la antártida, los cuales sufren de hambre pues los hombres han acaparado la pesca en el área de cota de los pingüinos, quienes cantan a su deidad, el Gran Güin, para que regrese la comida al lugar donde ellos regularmente la obtienen.
• Los pingüinos son muy apegados a sus creencias, y no aceptan un cambio a su realidad, creen que el Gran Güin les va a solucionar todo, no creen que haya una condicionante externa que disminuya la pesca. Sólo uno de ellos cree que eso no puede ser, que hay algo fuera que impide que la caza llegue hasta donde tradicionalmente ellos la consiguen, y es desterrado por no seguir la tradición de cantar para pedir comida, sino que su única habilidad es bailar, lo que molesta a los líderes de la manada.
• Este pingüno (Mumble) encuentra un barco pesquero y lo trata de perseguir, hasta donde llegan sus fuerzas y llega casi muerto a las costas de Australia, es llevado a un zoológico donde es exhibido y alimentado con otros pingüinos, lo cual casi le hace perder la cordura, pero ve en una visión a sus amigos y padres y recuerda quién es y su misión: buscar comida para su pueblo. de forma fortuita una niña toca un cristal, sacándolo de sus tristes pensamientos de abandono y dolor y él empieza a hacer lo que mejor sabe: bailar. Y así logra cierta fama y que los humanos lo suelten para ver si hay más como él.
• Al llegar a la antártida, los miembros del gran consejo, cuyo lider es Noah, niegan la existencia de los extranjeros, pero los pingüinos descubren que Mumble tiene un rastreador que atrae a los humanos hacia ellos, y por recomendación de Mumble bailan para llamar su atención y lo logran, pero los humanos también ven su estado y la falta de alimentos que sufren, y las autoridades toman el caso en sus manos estableciendo cotas de pesca alejadas del territorio de los pingüinos para que éstos puedan desarrollarse y vivir libremente.

¿Les suena familiar? Supongo que sí, los tarahumaras sufren de hambre, viven en un lugar aislado, sus creencias son católico-shamánicas, no tienen suficiente alimento porque el gobierno del estado de Chihuahua ha hecho caso omiso a las necesidades de ese pueblo y el dinero destinado al desarrollo rural de ese pueblo ha sido robado por funcionarios corruptos, que se llenan las bolsas con lo que el gobierno federal ha destinado para ellos, (lo cual ocurre en TODOS LOS ESTADOS y debe cambiar). En las redes sociales se ha organizado ayuda para los tarahumaras, lo cual es completamente loable y muy digno de aplauso, pero sucede que hay un problema con ello, esa ayuda no es permanente, y no ayudará al desarrollo del pueblo tarahumara. Una dependencia que está apoyando ya es SEDESOL, pero sucede lo mismo, ésta dependencia apoya con instrucción, dinero y ayuda para creación de empleos a pueblos que requieren hacer algo para subsistir, pero cuando el mercado para los productos de los tarahumaras disminuya, no habrá suficiente capital para auxiliarles.

Los tarahumaras son cazadores, agricultores, recolectores, muy supersticiosos y desconfiados. Requieren aún más que una limosna, requieren infraestructura, y ahí entra la SAGARPA, (Secretaria De Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación) y hacer que los tarahumaras no reciban ayuda cada vez que ellos estén muriendo -literalmente- de hambre, sino por los productos que ellos pudiesen comercializar y el desarrollo sustentable de la comunidad. No olviden que varios pueblos han sucumbido así y hoy están extintos.

Quiero recalcar que en la película Happy Feet a los pingüinos NO SE LES REGALÓ PESCADO y ya, se modificó la forma en la que los humanos se hacían de alimento para que todos tuvieran suficiente. Es una buena política, y creo que puede funcionar si se implementa. Reflexiónenlo y aplíquenlo no sólo con los tarahumaras, sino con todos los mexicanos.