Acerca de votar por el mejor.

Sabemos perfectamente que la política mexicana es un regio excremento recién salido del intestino -es decir, una soberana mierda- y que las opciones que nos dan los partidos son para reir, para llorar o para dar lástima (¿Me oyeron, Lagrimita, Cuau y Carmelita?). El mexicano está terriblemente desencantado con sus partidos, y sus candidatos ciudadanos, y ellos simplemente se están repartiendo el poder no con cuchara grande ¡sino a paladas! ¿Cual cree usted, mi querido compatriota que sería la mejor opción? Mi amigo Donvix nos ha explicado hasta la saciedad cómo el voto nulo acabaría con el registro de los partidos morralla y que también daría un límite a los partidos para elegir cierto perfil de candidatos, pero surge aquí una situación, que nuestro amado sistema político que nos ha dado tantas satisfacciones, presentó este texto del señor José Luis Vazquez Alfaro, El voto nulo (y el voto en blanco) el cual da una patada en el trasero a este ejercicio democrático que en otro país llevaría a elecciones extraordinarias pero en México sirve para pasárselo por el arco del triunfo como lo hizo Miley Cyrus con nuestra bandera. Triste asunto, muy triste.

En las boletas electorales se encuentran los espacios marcados para los candidatos registrados por parte de los partidos políticos, los candidatos independientes, y además, un espacio en el que se menciona que si conocemos a alguien que pudiera ser un buen representante popular podemos escribir su nombre. ESE es mi punto, y ahí es a donde me dirijo en este momento. ¿Qué sucedería si en ese espacio decidiera yo votar por aquel señor o aquella señora que son excelentes vecinos, buenos trabajadores, gente interesada en su comunidad y en su sociedad? ¿Qué pasaría si decidiera votar no por el menos peor, sino por el mejor ciudadano que yo conozco? Seamos honestos, es difícil, pero no imposible, y la misma boleta nos da esa opción. El voto nulo ha sido "anulado", valga la redundancia, como opción por el propio Instituto que debería cuidar que las elecciones sean un medio legal de encontrar la democracia y un gobierno por mexicanos y para mexicanos (me chuté eso de la Constitución de los Estados Unidos, pero se aplica perfectamente) y que se ha convertido en un reino repartido entre duques y condes medievales en pleno siglo XXI. Siendo así, y obedeciendo la ley, mi propuesta es esa: Investigar los datos de mi candidato (nombre y dirección) y escribirlos en la boleta. Ese voto no puede ser anulado, es un voto válido y debe ser contabilizado. además de que podemos exigir que se de a conocer, porque esa persona es mi candidato, yo lo elegí de manera voluntaria e independiente, así de simple. No sabemos qué puede suceder, pero algo que sí pasará es que va a sacar de balance nuestro bien acomodado y feliz sistema político, tan trabajador y honesto, que tan duro trabajan por nuestro bienestar. Lo dejo a su consideración, mi estimado(a) lector. Elija usted al mejor.