Del futuro incierto de Donald J. Trump

Hace cuatro meses y diecisiete días escribí una entrada en este mismo blog, acerca de las dificultades que enfrentaría Trump si llegaba a intentar cumplir sus amenazas contra México en cuanto al muro fronterizo y las deportaciones masivas. En ese entonces no mencioné el TLCAN porque aún no lo había planteado el señor Trump, pero me sorprendió cuan precisa fue mi suposición y cómo se cumplió punto por punto. Hoy, bajo una investigación que se le está realizando a Donald Trump por nexos con el Kremlin y la mafia rusa siento que la presidencia de los Estados Unidos está pendiendo de un hilo, así como la organización del mundo como lo conocíamos hasta hace muy poco, y esto soltará muchas conjeturas, información, hasta un impeachment, o, en dado caso, un juicio por alta traición contra Trump y quien termine implicado.

He seguido muy de cerca todo el cúmulo de acciones que ha llevado a cabo el presidente de EEUU y su gabinete, dando hachazos desordenados, cumpliendo promesas, atacando a políticos débiles como Peña Nieto, insultado a otros, como Malcolm Turnbull, codeándose alegremente con algunos más -Trudeau, May, Abe y Xi Jinping- amenazando a empresas a que no hicieran negocios con México o les iban a cobrar un impuesto fronterizo y atacando a la prensa por esparcir lo que él nombró "fake news", o noticias falsas, traducido al español, el total y deplorable cúmulo de errores de su secretario de Prensa, Sean Spicer, de Kellyane Conway, la renuncia de varios de sus asesores, el último de ellos Michael Flynn, y ciertamente, veo muy nublado el horizonte para el presidente número 45 de los Estados Unidos de América.

¿Qué es lo más curioso de todo esto? Que le fue advertido al pueblo norteamericano, que el mundo temía -y teme- las implicaciones que esto pudiera tener, que tanto los detractores como los seguidores de Trump y el mismo Trump están debilitando la imagen que todos teníamos de los Estados Unidos: La enorme escultura de la Estatua de la Libertad y el símbolo del país de la libertad de expresión. Creí que eso solo podía suceder en los comics o en las novelas distópicas, pero sucedió en este mundo, es lo más curioso, y atemorizante.

Trump se dirige a ese posible impeachment, juicio político o destitución, mientras aún se están cumpliendo varias de sus órdenes presidenciales, como las deportaciones contra ilegales y otras han quedado en standby, como el banneo a ciertas naciones de Medio Oriente. Su autoridad no deja de ser suficiente como para ser desobedecido, pues no hay una orden para que detenga sus acciones ni se ha solicitado que su vicepresidente, Mike Pence, que es tan radical como el mismo Trump, pero con mucho más colmillo político, sea presidente en funciones mientras esto sucede; La bomba Trump sigue activa.

Hay varios implicados, cuya presencia en esta trama podría complicar o aumentar el problema a niveles internacionales, llevaría a realizar investigaciones muy amplias, dignas de una película de espías y llevaría a un retroceso en la historia de cerca de 60 años, todo debido a que un partido político creyó que candidatear a una figura pública y popular lograría regresarles al poder y que sería fácil de manipular al llegar a la presidencia. Lo que no esperaban era que el rico y poderoso Donald John Trump, el gran empresario, el presentador de "The Apprentice", el hombre de amenazas baratas, de millones de admiradores, fuera también un sociópata, un hombre sin escrúpulos y que aparentemente, se hubiese vendido a ciertos grupos delictivos rusos para que lo salvaran de su séptima bancarrota. Su presidencia está en la cuerda floja, al igual que el futuro político (y hasta legal) de su círculo más cercano y tal vez a una crisis internacional, mientras EEUU está en una posición muy incómoda e insegura, gracias al hombre que utilizó el lema de Hitler para llegar a la presidencia de su país -Machen Sie Deutschland groß wieder- para convertirlo en MAKE AMERICA GREAT AGAIN... Un hombre que ha dividido y fragmentado a su país en vez de unirlo. 

Una advertencia y una lección para México: Ya no podemos depender de los Estados Unidos cultural y económicamente hablando, podemos y debemos distanciarnos inmediatamente de ellos ahora que nos es posible, cambiar nuestra política, nuestra idiosincracia, ya no somos ese México debilitado de los años 80-90 que estaba a acechanzas de las migajas de América. Somos mercado competitivo y socio de países en cuatro continentes y podemos crecer si creemos en nosotros. Podemos y debemos hacerlo ya.

P. D.: Tomemos como ejemplo lo sucedido con Trump para evitar que otro demagogo, hombre espectáculo y mentiroso compulsivo suba al poder aquí en México... Y sí, me refiero a Andrés Manuel López Obrador.


Comentarios

  1. si claro,que regrese el narcopan a "gobernar"otra vez o un"independiente"...semejante estúpido,aquí el demagogo eres tu,quien sabe quien diablos eres,en tu casa te conocen miserable arrastrado...te guste o no AMLO sera el próximo presidente de México y ni tu ni toda la bola de peñabots que han puesto a atacar a AMLO podrán cambiar nuestra forma de pensar...vamos compatriotas,todos con AMLO y morena la única alternativa de un cambio pacifico por el renacimiento de México..!!

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    1. Entiendo y esperaba una respuesta como esa, es muy semejante a las que leo en periódicos norteamericanos de los "supporters" de Trump. No me sorprende, ni me sorprende todo el apoyo que recibe pese a cambiar de opinión una y otra vez... Eres libre (aún) de creer en él, o en el hada de los dientes, si quieres. Solo espero que no nos suceda como a Venezuela si el peje llega al poder. ¿Recuerdas a Hugo Chávez?

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