De la República Federal de Aztlán




Institución de la República Federal de Aztlán

Lic. Fernando Martinez Díaz



Debido a los recientes acontecimientos dados a lugar en los Estados Unidos Mexicanos, por la mala administración del Poder Ejecutivo, y sus decisiones basadas en los intereses personales de sus líderes, nosotros, los ciudadanos de los estados del norte de este país: Baja California Norte y Baja California Sur, -a partir de ahora denominadas tan sólo como Baja California-, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, solicitamos la separación de la federación y ser reconocidos como una nación independiente, cuya denominación a título provisional será la República Federal de Aztlán, basándonos en que los antiguos aztatecas (posteriormente llamados "aztecas" o mexicas al asentarse en el Valle de México) llegaron del norte, de un lugar que ellos llamaban Aztlán, a fundar una ciudad que llegó a ser la capital del Imperio Azteca, conocida como México Tenochtitlan y hoy día como la Ciudad de México.

Las circunstancias nos llevan a ello, pues no queremos ser parte de ninguna guerra interna que se lleve a cabo en los estados del centro y sur de México, y debido a que las decisiones de los poderes de la Unión con respecto a su administración, su economía y sus leyes, han sido totalmente negativas para el país, de manera pacífica nos adherimos al derecho de vivir en un país libre y soberano, basado en una ley moderna, fundada en principios de libertad, progreso y bienestar de nuestros ciudadanos, deseándole a los Estados Unidos Mexicanos un futuro próspero basado en su Constitución y su albedrío como pueblo.

La República Federal de Aztlán en su momento decidirá la capital de la nación, sus relaciones internacionales y comerciales con nuestros vecinos tanto del norte y del sur, (A saber, los Estados Unidos de América y los Estados Unidos Mexicanos) y la integración o no integración en el TLCAN y diferentes tratados firmados con los distintos países con los que México hoy día tiene relaciones diplomático-comerciales. Su política, de igual manera, será decidida de acuerdo a modelos modernos y basados en los derechos elementales e inalienables de sus ciudadanos, evitando en lo posible leyes redundantes y huecos que permitan un sistema corrupto o disfuncional.

El ciudadano de la República Federal de Aztlán, -gentilicio propuesto: aztlense- cuyos derechos y responsabilidades serán establecidos por una Constitución Política y un gobierno ejecutivo, legislativo y judicial claros, concretos y suficientes para su bienestar, decidirá su futuro y gobierno de acuerdo a elecciones libres, un órgano electoral ciudadano y un presupuesto político limitado, de manera que los actores políticos no vivan del presupuesto, ni se constituyan en una especie de realeza con derechos ilimitados, puesto que no gozarán de fuero, ni de condiciones diferentes a las de cualquier otro ciudadano aztlense. Estos, al ser servidores públicos, tendrán responsabilidades con el pueblo de acuerdo a sus funciones, eliminando puestos políticos superfluos y destinados a la permanencia irrestricta en el poder de quienes no merecen ser considerados servidores de la nación.

De la misma manera que el fuero queda eliminado entre los funcionarios de la República Federal de Aztlán, se eliminan las partidas y presupuesto que se ha asignado a lo que en México son los partidos políticos, en principio se considerará fundar partidos políticos que se autofinancien, (de principio se consideran dos partidos, uno Demócrata y otro Republicano) con sus respectivos lineamientos y sistemas de participación y financiamiento. El miembro de los diferentes comités políticos, deberá buscar sistemas de financiamiento de acuerdo a labor social o económica en su comunidad encaminados a engrandecer a sus diferentes ciudades, estados y país.

El funcionario que llegue a un puesto de elección popular dispondrá de un salario, el cual no será determinado por ningún partido ni cámara legislativa, debido al conocimiento que se tiene del modelo político de los Estados Unidos Mexicanos, sino por un horario laboral de ocho horas, y será determinado por la Cámara Nacional de Comercio y la Secretaría de Economía y Administración Tributaria de la República Federal de Aztlán, basándose en un presupuesto asignado a las distintas entidades federativas de acuerdo a la recaudación de impuestos del país.

De la misma manera, se eliminan los puestos políticos plurinominales que permanecían como parte del congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos, y se limita el número de diputados y senadores a un diputado y un senador por estado, que se reunirán regularmente con los gobernadores, alcaldes y funcionarios locales de sus distintos estados y asistirán quincenalmente a las oficinas de la Cámara de Diputados y de Senadores para plantear las regulaciones pertinentes relacionadas con sus estados y la nación, regresando a sus estados inmediatamente para comunicar resultados a las peticiones de sus gobernadores y funcionarios locales y actuar de acuerdo a estos.

El Presidente de la República Federal de Aztlán, cuyo periodo será de 4 años, con opción de reelección y destitución, también responderá a las necesidades tanto de la nación como de los estados, y será el representante de la república ante las naciones, la ONU, OEA, y distintos tratados políticos, comerciales e internacionales que firme como jefe de gobierno, siendo además, General en Jefe de las Fuerzas Armadas de la República de Aztlán.

Si bien todo ciudadano podrá votar y ser votado, debido a la importancia del puesto que se va a conferir al funcionario en cuestión, se le requerirá que tenga una carrera terminada, experiencia y un historial social limpio de lo que pudiera considerarse un delito. Aztlán busca ser un país progresista y por lo mismo, la política debe ser progresista para permitir que éste sea un país de primer mundo.

La educación desde preescolar hasta universidades, será gratuita y obligatoria, a excepción de aquellos colegios que decidan establecer un modelo privado, y se garantizará que la Secretaría de Educación pueda recibir un presupuesto digno, al igual que el sistema de salud, comunicaciones y transportes, agricultura, comercio e industria que serán pilares para el progreso de la República Federal de Aztlán.

Las distintas Secretarías tendrán igualmente sesiones con sus funcionarios y trabajarán conjuntamente con el Presidente, Senadores, Diputados, gobernadores y alcaldes para establecer las necesidades de cada una de sus dependencias, de esta manera se busca limitar en su mínima expresión la burocracia, la corrupción y sus consecuencias sociales y económicas.

Mientras se establecen relaciones internacionales con los distintos países y se reorganiza el sistema político y social, nuestros ciudadanos podrán portar el pasaporte, credencial para votar, cartilla militar y otras identificaciones legales en curso en los Estados Unidos Mexicanos, y como moneda, adoptaremos temporalmente al dólar americano, debido a la volatilidad de la moneda mexicana, hasta que nuestro sistema tributario se normalice, como lo hicieron en su momento otros países cuya economía no permitía la regularización de su divisa, después de ello y de acuerdo a nuestra capacidad tributaria decidiremos la impresión y acuñación de nuestra denominación monetaria.

Las Fuerzas Armadas de la República Federal de Aztlán, permanecerán como hasta ahora, en sus distintas bases militares, y con las leyes que las guían, el servicio militar será obligatorio en varones y opcional en mujeres, la policía se dividirá en estatal, federal y local, y se establecerán mandos ejecutivos que hagan respetar la ley de manera adecuada, siendo instruidos regularmente en sus distintos deberes como autoridad judicial.

Esto y las subsecuentes necesidades -económicas, sociales, laborales, empresariales, de salud y culturales- que se den a lugar, buscaremos que sean resueltas por medio de la ayuda de expertos reconocidos internacionalmente, ex-jefes de estado de naciones de primer mundo, economistas y expertos en educación y salud de naciones cuya capacidad haya demostrado resultados fehacientes, hasta lograr que la República Federal de Aztlán sea un país próspero y feliz.

Nuestro deseo es la paz, el progreso y el bienestar de nuestros ciudadanos, no deseamos de ninguna manera destruir a México, que en un momento fue una nación fuerte y soberana, pero no creemos en un sistema político-económico que oprime a sus ciudadanos por medio de una clase política que vive a costa del pueblo. Invitamos a México a hacer cambios que mejoren su situación como país, y nosotros mantendremos relaciones bilaterales cordiales con nuestros vecinos del sur para apoyarlos como siempre lo hemos hecho como estados de la Unión, y hoy les deseamos éxito, porque somos hermanos, y tenemos historia que nos une. El proceso que iniciamos hoy requerirá tiempo, esfuerzo y trabajo, pero creemos que es la mejor vía para solucionar la difícil situación que hoy impera en el territorio mexicano. Aztlán le desea a México prosperidad, paz y bienestar y que vuelvan a ser la nación que extendía la mano al mundo para ayudar sin condiciones, que vuelvan a sentir orgullo de llamarse mexicanos y que ya no haya divisiones por intereses políticos de gente sin escrúpulos, sean quienes sean.

Comentarios

  1. Muy interesante
    Desde que estaba de gobernador Santiago Vidaurri ya se hablaba de una separación y con la candidatura de Mauricio Fernández Garza se volvió a revivir ese tema
    Acá en el Norte la cultura de trabajo y ahorro contrasta mucho con la del resto del país
    En ése aspecto... Somos diferentes !!

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