Desde Cancún, Ayudemos a Abbey

Ella se llamaba Abbey, Abbey Conner. Murió en Cancún, Quintana Roo. Su muerte no ha sido esclarecida, al igual que muchas chicas que o son asesinadas, desaparecidas o son víctimas de un crimen de género en nuestro país.

Este artículo que escribo es de conciencia, pues se que muchos pensarán que por qué me preocupo por una chica extranjera y no me preocupo por todas las y los jóvenes de nuestro país que sufren de este mismo tipo de crímenes, y la verdad, todas esas muertes me importan y entristecen. Nadie absolutamente merece una muerte violenta, quiero que eso sirva para castigar a todos los que han lastimado a alguien en mi país. NO MÁS VIOLENCIA.

Abbey se encontraba en Cancún, Quintana Roo, pasando unas plácidas vacaciones en el Hotel Resort Paraíso del Mar, junto con su madre Ginny, su padrastro, John  McGowen y su hermano Austin a principios de enero de 2017. Ella, junto con su hermano, fueron encontrados dentro de una alberca infantil que se encuentra cerca del bar del resort, boca abajo, semiahogados, Abbey presentaba una fractura en la clavícula, y Austin un golpe contuso del tamaño de una pelota de golf. Ella falleció al poco tiempo, mientras que él sobrevivió.

Lo que recuerda Austin de esos momentos es que a ambos unos jóvenes les ofrecieron unos shots semejantes a los Jägerbomb, pero más fuertes (Shots de JagerMeister con hierbas y Red Bull) y que a los pocos tragos se sintieron mareados, lo siguiente que recuerda es despertar en una ambulancia. "He tenido mi dosis de alcohol en mi vida como estudiante" dijo Austin "No hay forma que por emborracharme termine yo boca abajo en una piscina y me ponga a dormir".

Abbey sufrió de hipoxia, entró en coma y fue desconectada de soporte vital a los pocos días. Ella deseaba que se donaran sus órganos y así se hizo. Su padre, John Conner, ha viajado en bicicleta por los Estados Unidos para conocer a los receptores de los órganos de su hija, lo cual en parte le ha dado paz, al saber que parte de ella sigue viva en las personas que ella salvó.

La gente puede decir: "Ah, fue un accidente por exceso de bebida". NO. Ni los abogados, ni la familia de Abbey ni yo lo creemos. Ambos chicos fueron drogados y abandonados en la piscina cerca del bar, y seguramente se usó la famosa "date drug" en sus bebidas. Como dije, esto es un caso de conciencia, porque ¿a cuantas chicas mexicanas no han secuestrado de esta manera? ¿Cuantas familias mexicanas no sufren porque una de sus amadas jovencitas no están cerca de ellos gracias a alguien que las drogó y secuestró o asesinó? ¿Permitiremos que las autoridades sigan ignorando el terrible alza del crimen organizado en México? Yo siempre he dicho que para mejorar, uno debe cambiar primero, para ser un ejemplo a los demás. Quiero un México mejor, un México seguro, y próspero. y debo dar el ejemplo, y hermano mexicano, te pido que hagas lo mismo. Ayúdanos a que las autoridades investiguen todos los casos no resueltos de violencia, nuestro futuro como país depende de ello. Comparte, y para que Abbey se mantenga viva en nuestros corazones, dalo a conocer con los Hashtags: #AyudemosAAbbey y #ViolenciaEnCancún, te lo agradeceremos mucho.



Luis Miguel Mora


Comentarios

Entradas populares